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El caso del niño con dos cabezas

El caso conocido como el del “niño de bengala”, que tenía dos cabezas. Nacido en la India, en el siglo XVIII, sus dos cabezas sentían y pensaban de forma autónoma.

Ilustración de “An Account of a Child with a Double Head”, de Everard Home. CC

Padecía craniopagus parasiticus, una malformación muy rara, de la que se han documentado entre 2 y 3 casos por cada 5 millones de nacimientos. Se trata del único individuo conocido que ha sobrevivido.

La matrona que asistió el parto al verlo nacer, lo arrojó al fuego, pero lo rescataron en el momento. Los padres del niño eran pobres, y vieron un negocio en el bebé. Se trasladaron a Calcuta y cobraban dinero a la gente por ver y tocar al bebé. Unos veían a un monstruo, en cambio otros lo veían como una divinidad hindú. La fama que alcanzó fue tan grande que hacían exhibiciones privadas en casa de los adinerados, e incluso les ofrecieron comprárselo, a lo que los padres siempre se negaron.

El niño vivió hasta los 4 años, pero tuvo la mala suerte de morir a causa de la mordedura de una cobra. Al morir, médicos y coleccionistas ofrecieron grandes cantidades de dinero por el cuerpo, pero los padres, siendo religiosos no lo permitieron.

Un comercial británico con pocos escrúpulos desenterró el cadáver y regaló el cráneo a un capitán de la Compañía de las Indias Orientales y este, a su vez, lo entregó a Everard Home, cirujano y coleccionista de curiosidades. Hoy en día el cráneo se exhibe en la colección del Museo Hunterian de Glasgow.

Craneo del “niño de Bengala”, conservado en el Museo Hunterian.